Las pieles con tendencia al acné deben evitar ciertos alimentos.
Entre ellos, se encuentran la comida pre-cocinada, la bollería y los alimentos muy azucarados, las especias picantes como la guindilla cayena o la pimienta, los alimentos ricos en grasas saturadas, el chocolate y las bebidas con alto contenido de cafeína (está demostrado que puede alterar los niveles hormonales y estresar tanto el cuerpo como la piel).
Para mantener una piel sana, especialmente si es propensa a desarrollar episodios de acné, es tan importante cuidar la piel con los cosméticos adecuados y limpiarla adecuadamente como seguir una alimentación equilibrada.
En este sentido, tienen un papel especialmente importante las frutas, las verduras, los ácidos grasos esenciales y el agua. La fruta y las verduras con alto contenido en agua ayudan a descongestionar los poros, eliminar las toxinas que los obstruyen favoreciendo el desarrollo del acné, e hidratar la piel.
El pepino, el melón y la lechuga son algunos de los alimentos más recomendados para las pieles con tendencia acnéica. La vitamina A (muy utilizada por dermatólogos para tratar el acné) está presente en algunos vegetales como la zanahoria, que ejerce una función destoxificante en la piel.
Por otra parte, los ácidos grasos omega 3 y 6 presentes en el pescado (sobre todo en el azul)ayudan a reducir la inflamación y son ricos en zinc, que reduce la producción de grasa que agrava el acné.